Sobre la ley Sinde-scargas
Posted by David Fernández | Posted in | Posted on 14:32

Progresa la cruzada contra las descargas en internet, auspiciada por la titular del ministerio de profesionales de la cultura, Ángeles Gonzalez Sinde-scargas.
El estado se ve desbordado en su lucha contra el intercambio de archivos sujetos a propiedad intelectual: Internet es capaz de evolucionar mucho más rápido que los medios ordinarios para perseguir lo ilícito, y además, los que "delinquen" no son una panda de chorizos sino que constituyen una mayoría social.
Así pues, a grandes males grandes remedios. Nuestros gobernantes parecen haber pensado: Si los instrumentos jurídicos no nos sirven para controlar internet, creemos otros nuevos. Si las garantías del estado de derecho nos estorban, eliminémoslas.
Un primer engorro lo representaba una garantía llamada presunción de inocencia, de amplio y reconocido prestigio democrático. Pero: ¿Cómo demostrar y procesar tal cantidad de infracciones de la propiedad intelectual?. Imposible juzgar a cada individuo descargador, sumamente impopular la posibilidad de imponer sanciones, y carísimo crear un sistema de control aún en el dudoso caso de ser medianamente factible. Solución, muy ingeniosa: Todos somos culpables. Ahora pagamos un canon por cada artefacto capaz de contener archivos informáticos, sin importar si vamos a usar unos Cd´s que nos hemos comprado para grabar música de Alejandro Sanz, para las fotos del cumple de la niña, para los proyectos del curro o para espantar a los pájaros. Todos culpables y santas pascuas.
Solucionado con tan original sanción preventiva el tema de los ingresos de los autores, algunos pensaron que ya habían pagado por sus descargas y podían estar tranquilos.....pues no.
La separación de poderes ha resultado ser otro engorro, pues los jueces han venido considerando el intercambio de archivos entre particulares una actividad lícita.
Como todos sabemos, recientemente el gobierno ha aprobado una redacción de la ley de economía sostenible que incluye un procedimiento administrativo para retirar el contenido de paginas web que conculquen la ley de propiedad intelectual. El juez tendría cuatro días para ordenar el cierre de la web encausada,o no, en una especie de juicio rápido, pero el contenido supuestamente ilegal de dicha web ya habría sido retirado previamente por decisión de la comisión de propiedad intelectual.
Esta ley a mi juicio es escandalosamente perversa, por dos motivos:
Primero, que se otorga una potestad extraordinaria a la administración, en asuntos que siempre han estado reservados al arbitrio judicial, tan graves como el cierre de una empresa. Creo que puedo entender, y compartir, la clausura administrativa en caso de peligro inminente para las personas, como pueda ser el caso de venta de alimentos en mal estado....Son asuntos en los que el tiempo es determinante y no se puede esperar a la decisión judicial, pero no parece que el tráfico de archivos por internet genere ningún peligro tan inminente como para justificar la vulneración de las garantías jurisdiccionales.
Segundo, y muy irritante también, el establecimiento de un procedimiento judicial rápido en un asunto capaz de generar un daño tan limitado como este, cuando la justicia en nuestro país se torna en injusticia por la lentitud y farragosidad de los procesos. Otros problemas mucho más graves que han de dilucidarse en los tribunales piden a gritos ser resueltos con prontitud, pero las descargas se cuelan con toda la jeta....Mientras en cuatro días se decide en cierre de una web, un preso preventivo espera muchos meses, en la cárcel, a que salga su juicio, y la vida económica se ve lastrada por las demoras de la justicia.
Un ejemplo sangrante de aplicación de garantías judiciales innecesarias, que no me resisto a exponer: En 2007 una persona murió en Asturias tras sufrir un accidente de tránsito y llamar desde su móvil al 112, sin ser capaz de dar su posición. No se le encontró hasta ocho horas después, muerto. Técnicamente hubiera sido posible localizarle a través de la señal de su teléfono, pero no había acuerdo para ello entre las operadoras de telefonía, que cobran por el servicio, y el 112, por lo que se necesitaba de una orden judicial ordenar la localización de la llamada, orden que nunca llegó. Me parece un caso muy relevante por el exceso de garantismo y por la estupidez burocrática que representa, a parte la posible dejadez o negligencia de las personas implicadas, no pudiendo la policía ni el 112 ordenar directamente la localización de una persona, en una situación en la que la vida humana de esa misma persona que es objeto de una protección jurídica absurda, es el bien que esta en peligro. Sin embargo cuando el bien en peligro no es la vida sino la propiedad intelectual, no le preocupa tanto al gobierno que sean los jueces los garantes de las libertades, y establece un procedimiento rápido con intervención judicial solo a posteriori. Los derechos de los autores resultan así protegidos con más eficacia que la propia vida o la libertad personal.
Aparte de lo injusto del procedimiento, me resulta muy complejo valorar la justicia del fondo del asunto, es decir del intercambio gratuito de archivos sujetos a propiedad intelectual.
Para ello me pregunto ¿Que es lo que busca un artista, ya sea músico, cineasta etc., cuando crea una obra para exponer al público? Descontando la satisfacción personal que proporciona la obra creada, y teniendo solo en cuenta la relación con su audiencia, me respondo:
En primer lugar difusión: Que un grupo lo más amplio posible, o lo más selecto posible en otros casos, tenga acceso a su obra y pueda valorarla y disfrutarla.
En segundo lugar, retribución. Retribución moral, que podría definirse como la satisfacción de apreciar como el público disfruta de su obra de arte, y de recibir sus críticas positivas o negativas.
Y por supuesto retribución económica, que en mi opinión es totalmente legitima y es la madre del cordero en el problema que nos ocupa.
Creo que es obvio que internet puede amplificar tanto la difusión de la obra como la retribución moral del artista, y en este sentido beneficia al arte y a la cultura....esto es algo que me parece importantísimo señalar pues siendo una obviedad nunca he oído mencionar nada parecido a los autores militantes contra las descargas, lo que francamente me hace dudar bastante de sus prioridades como artistas, aunque no de sus prioridades como empresarios.
Sin embargo plantea un problema con la retribución económica del artista. Efectivamente en un mundo en el que toda la música y el cine es accesible de manera gratuita, ya nadie compra un Cd, ni un DVD.
Pero si lo que busca el gobierno y la ASGAE con esta persecución es volver a la situación anterior, les auguro un sonoro fracaso.
Por una parte porque esa situación anterior en la que todo el mundo pagaba por la cultura que “consumía”, nunca ha existido. Al menos desde que se inventaron las cintas de casete, y mucho menos desde que aparecieron los grabadores de Cd´s y Dvd´s .
Por otra parte las posibilidades de internet para el intercambio de archivos son tantas que me parece casi imposible eliminarlas todas, aunque si limitarlas o dificultarlas.
Y finalmente porque la gente no está dispuesta a volver a pagar, por ejemplo, 20 o más euros por un Cd de música.
Cuando la música aún se distribuía en vinilo un Lp venía a costar 1200 pesetas, y cuando llegó el Cd empezó costando unas 2500. Prometían que los precios se acabarían igualando. Hablo de memoria y aproximadamente. Cuando desapareció el vinilo, los Cd´s no bajaron el precio, siguieron costando lo mismo. Ese sobreprecio no se podía atribuir al soporte, aunque el contenido era el mismo, solo se podía atribuir a un mayor lucro por parte de las discográficas. No oímos a muchos autores quejarse. Durante años comprar música era un esfuerzo económico y ni de lejos podía un aficionado de poder adquisitivo medio adquirir tan solo una pequeña parte de lo que le hubiera gustado escuchar. Siempre tuvimos el recurso de intercambiar música, con medios menos sofisticados que la web. Pero después llegó el top manta y la popularización de internet, y la gallina de los huevos de oro dejó de poner.
Pero, ¿Como afecta a los artistas esta reducción en las ventas de productos culturales?. ¿Y como de responsable de la ruina económica de los esos artistas ha de sentirse la persona que se descarga todo lo que ve y escucha?.Tomando como paradigma a la industria musical, que parece ser que es la más afectada, vemos que no perjudica igualmente a todos:
A los proletarios de la música, los artistas que siempre han tenido pocas ventas de Cd´s, no les afecta demasiado pues sus ingresos siempre han provenido en mayor porcentaje de los conciertos. A estos incluso les puede beneficiar que su música tenga mayor difusión.
A los grandes artistas internacionales si les afecta, pero la diferencia estriba entre considerarlos millonarios o multimillonarios, con lo que el descargador compulsivo no debería quizás de sentirse demasiado culpable.
Son los músicos cuyas ventas han venido siendo “medias” los más afectados, pues ya no pueden subsistir exclusivamente de la venta de Lp´s y necesitan de los conciertos para mantener un nivel de vida. Son estos los más necesitados de nuevas formulas para sacar beneficios de la difusión de su música.
Respecto a la industria de producción musical que vivía de las ventas de Cd´s, supongo que se ha visto bastante afectada, y eso es de lamentar por los trabajadores que hayan podido perder su trabajo, pero tampoco me parece un motivo en si mismo para seguir comprando música en este formato. Las industrias que no se adaptan a los tiempos y al medio desaparecen, y a largo plazo nunca es una buena solución subvencionar su permanencia.
El cine creo que está afectado más bien por la disminución en la venta de Dvd´s, que por la de entradas porque el público que acudía a las salas de cine sigue acudiendo.
Y la tv que se piratea (series, documentales...) ya ha sido emitida...aunque este pirateo de series, por ejemplo americanas, pueda afectar a su audiencia en su emisión posterior en resto del mundo. Pero gozan aún de buena salud y me parece que será el sector que mejor se adapte a una distribución por internet, quizás porque ya manejan el concepto de difusión hasta la casa del consumidor y solo va a ser cuestión de adaptar el medio a la red.
Ahora la sociedad autores con el apoyo del gobierno pretende volver a exprimir a la gallina. No es una manera de actuar privativa de España sino que forma parte de una tendencia internacional.
Pero no se han articulado nuevos medios adaptados a los tiempos para que los artistas puedan recibir el beneficio de su trabajo, mientras el publico disfruta de sus obras. Solo la prohibición y el canon preventivo.
Creo que con una distribución razonable por internet todos autores y público, saldríamos ganando. Quizás se podría crear una tarifa plana de descargas o poner precios mas razonables para las obras culturales difundidas por internet. La gente está deseosa de cultura y de entretenimiento pero no puede destinar un dinero que no tiene para ello. Creo también que tarde o temprano el equilibrio entre el amplio acceso a la cultura y precio llegará, la cuestión es si hará falta una larga y cruenta “guerra” para conseguirlo, solución que desgraciadamente me parece la más probable, o nos daremos cuenta a tiempo de que ambas partes han de ceder y llegaremos a soluciones “pacíficas”.
